martes, 10 de mayo de 2022

La década narrada

Liliana Bodoc. Foto: Marcelo Aguilar

 

La mendocina Liliana Bodoc fue elegida por la Fundación Konex como una de las escritoras de la década. Planea un filme y está terminando su nueva novela.

por Fernando G. Toledo

La escritora mendocina que está dictando ese taller está a punto de hacer también una película. La que está frente a los futuros escritores acaba de ser galardonada como una de las plumas más relevantes en la literatura juvenil argentina de la última década. Ella, la escritora que habla, está por terminar su nueva novela. La escritora que comparte, más que impartir, los entresijos del laberinto de la escritura es también la autora de una saga épica equiparable a otra célebre: El señor de los anillos, de Tolkien. Y esa escritora, la misma que allí parada frente al grupo brinda su taller literario con humildad y la inocencia de quien siempre está buscando, habla ahora con nosotros, en un alto de su curso.

Liliana Bodoc, de ella se trata, está en Buenos Aires. El viernes abrió el I Encuentro Internacional de Literatura Fantástica, organizado por la Universidad de Buenos Aires. Pocos días antes, la Fundación Konex la galardonó con el diploma que la reconoce como una de las 100 escritora más importantes de la década. Diez años antes había recibido un premio análogo.

A la autora de La saga de los Confines los premios no dejan de causarle sorpresa. Orgullo también, por supuesto, pero ante todo esa sensación de maravilla ante lo que sucede con algo (su escritura) que provoca admiración y que para ella es un juego que siempre debe ser distinto.

–¿Qué sentiste al recibir el Premio Konex por segunda vez consecutiva?
–La verdad es que una vez más me sentí sorprendida. Me sorprendí hace 10 años por estar entre los escritores premiados por el diploma al mérito en la literatura juvenil. Y esta vez vuelvo a sorprenderme y a sentirme orgullosa por el jurado que da la distinción, que es vasto, enorme, diverso y con distintas posturas estéticas e ideológicas. Haber sido nominada es un orgullo.

–¿Te invitan estos premios a reflexionar sobre todo lo que tus libros provocan?
–Si tengo que buscar un porqué quizá tenga que ver con que verdaderamente mi intención ha sido siempre desafiarme a mí misma en la escritura. Desde La saga de los Confines hasta El perro del peregrino (N. de la R.: su última novela), he intentado arriesgar estéticamente, ya sea en el lenguaje hasta los géneros para abordar. Nunca quise quedarme quieta en el registro de la épica fantástica, por ejemplo, que es el que me hizo conocida.

–¿Esa búsqueda por algo nuevo se da en vos sólo como escritora o también como lectora?
–Yo como lectora soy muy abierta a diversos géneros y estilos. Lo mismo me pasa con la comida y la música. Con todo, excepto el fútbol: soy hincha de Colón de Santa Fe y eso no se cambia (risas). Y posiblemente eso pasó con mi escritura. Me gusta sentarme ante la máquina y decirme: “Voy a encarar un camino que no conozco”. Eso me llevó a tener novelas truncas, pero evita que me aburra. Porque uno se empieza a repetir y a agotar.  Escribir otra épica fantástica era impensable para mí hasta que pasaran muchos años.

–Pero esos libros dejaron una marca. De hecho, por algo abriste el Encuentro Internacional de Literatura Fantástica...
–Sí, allí estuve en la apertura, en la Biblioteca Nacional, con Horacio González y con académicos de la UBA. Me alegra mucho que la academia haya tenido el gesto de arrimarse a la literatura fantástica de hoy. Porque hay  un nuevo género fantástico ligado a los géneros populares y está bueno que la academia se dedique al presente.

–¿Qué ves de especial en este género fantástico contemporáneo? ¿Que por él entran a la lectura muchos jóvenes, por ejemplo?
–Sí. Los lectores de este género son lectores nuevos. Y no sólo jóvenes. Sé de chicos que empezaron a leer mi saga, u otros libros de hoy, como Juego de tronos. A este género llega un lector más desprejuiciado, más puro.

–¿Qué te sucede al pensar que muchos se convirtieron en lectores al leer tus libros?
–Creo fervientemente en la responsabilidad del escritor. Sin que nos pongamos en un lugar de dictaminar moralmente nada. Tiene que ver con el convencimiento pleno de que la palabra crea o provoca realidad. Y escribir es generar realidad. Y eso da una inmensa responsabilidad. Yo concibo así al lenguaje literario. Y el escritor es más responsable en cuanto escribe para seres humanos en formación. Y digo “seres humanos”, no sólo “lectores”. Entonces, cuando una docente me dice que su alumno que no leía nada y ahora lee por La saga de los Confines eso representa una responsabilidad enorme. Yo entiendo que luego de la saga... va a pasar a algún libro más importante. Pero creo que por eso, en esa historia ficcional yo debo transmitir otros valores que sean importantes. En el caso puntual de esos libros aparece el hecho de valorarnos como continente, de rescatar el valor de una cultura existente...

–Estás ahora dictando un taller literario, y éstos son con frecuencia tema de debate sobre preguntas como: “¿Sirven o no sirven?” o “¿forman o no a escritores?”. ¿Cómo son tus talleres?
–Como docente soy caótica e irracional. En mis talleres no se trata de hablar de los tipos de narradores, de los puntos de vista o esas cosas. Se trata de entrar en la cocina emocional de la literatura. Se trata de ponerlos a  escribir sobre algo que no eligieron, instalarlos en la incomodidad de la escritura. Eso provoca una cosa más intuitiva, visceral. Siento que estos talleres literarios pueden servir solamente para avivar un fuego en  decadencia, avivar cenizas que por mil razones se han apagado. Por eso yo me centro más en la emoción que en la técnica.

–Además de participar en el encuentro de literatura fantástica y de tus talleres, ¿qué otros proyectos te ocupan en estos días?
–Hay cosas muy importantes. Sobre una en particular no puedo decir mucho. Pero se trata de un proyecto que me apasiona, y tiene que ver con una película. Voy a trabajar en sociedad con alguien, y apenas se concrete esa sociedad se dará a conocer...

–¿Tiene que ver con el postergado proyecto de llevar La saga de los confines al cine?
–No. Sobre ese proyecto no hay novedades. Es algo nuevo.

–¿Y el libro que nos contaste que estabas escribiendo?
–Me está costando mucho escribir este año. Voy a participar en un documental de la TDA, para cuatro capítulos en la laguna de Guanacache con la comunidad huarpe. Yo voy a hacer el personaje que recorre el lugar. Eso  más los viajes y otros trabajos laterales me han apartado bastante de la escritura. Pero hay una novela que está por cerrarse: se llama Amazonas Retiro. En unos meses espero terminarla. 

Publicada en Diario Uno de Mendoza el 11 de mayo de 2014