martes, 7 de junio de 2022

Entre dos amores

 

 Acerca de los periodistas, de los artistas y del periodismo como un arte


por Fernando G. Toledo

Para algunos no hay dualidad entre las facetas de periodista y de artista. Son, en metáfora corriente, dos caras de la misma moneda. Por eso lo que hace un escritor, por ejemplo, es escribir simplemente en dos géneros: el periodístico y el literario. Por eso el actor puede sentir que, ante cámara, da lo mismo interpretar una línea argumental que dar una noticia (la realidad supera a la ficción, para seguir con las frases usuales). Y por eso el cantante, también, hace del micrófono de la radio el artilugio que lleva su voz hablada como en el escenario la lleva cantada.

Pero esos casos, me parece, son los menos. No sólo porque traducir el arte que se practica con la rama periodística que se desarrolla no es siempre tan simple (¿qué equivalente periodístico es el del escultor, el del violonchelista?), sino porque la mayoría, suponemos, separa muy claramente sus quehaceres y, casi siempre, el del artista es, en la vida diaria, el oasis para la árida, rústica, aunque no menos apasionante tarea informativa. 

En quien esto escribe, por ejemplo, la cuestión es muy clara: el periodismo es la profesión y la poesía, la devoción. Para ciertos colegas (periodistas) el periodismo ocupará el rol marital y el arte, el de amante. La pregunta sería: «¿A quién aman más?». Y la respuesta sería otra pregunta: «¿Quién dijo que no se pueda amar a ambos por igual?».


Publicado en Diario Uno el 6 de junio de 2010

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